Hacía pocas horas que acababa de poner el pié en Egipto por primera vez en mi vida. Las primeras horas en el aeropuerto mirando con atención las amenazas de un potencial peligro del que me habían advertido mis amistades. ¿Egipto? estás loco!!!. mi querida compañera de viajes fue la que me arrastró a ese potencial lugar tan sumamente peligroso para la gente que no conocía ese país, pero en el aeropuerto de El Cairo (donde tuvimos que permanecer unas tres horas hasta tomar otro vuelo a Luxor) no ví más que bastantes turistas que parecían relajados, gente mayor y niños extranjeros que habían pasado unas semanas en ese país, y que su en su cara se veía de todo menos temor ó miedo.
Me encontré con un país amable, pobre pero con una magia increíble. Luxor me encantó, era un regreso al pasado, y el primer lugar que visité fue este templo, que emocionaba tanto a mi compañera que me había arrastrado a ese país tan mágico por que ella ya había estado tres ó cuatro veces y ese templo estaba muy restringido por que anteriormente era una zona poco segura. Ahora se podía visitar. Iba a visitar un templo que ella no había visitado jamás y reconozco que me dejó una profunda huella, y tal vez por ser el primero, pero me dejó un recuerdo tal que ningún otro templo egipcio lo ha podido igualar. Se trata del templo de Isis-Hathor.
En una especie de exámenes que no lograba superar sobre antiguos faraones, mitos, dioses, etc que me hacía mi amiga, me parecía un rompecabezas dificil de componer. Allí tuve el primer contacto. Se trataba de Hathor que fue la madre de Horus, de hecho su nombre significa "templo de Horus" y a veces se representa por una bella mujer llamada Isis ó por una vaca que entre sus cuernos sostiene una especie de sol. Hija de Ra y madre de Horus fue la encargada de vengar la muerte del padre de Horus, Osiris. En lo alto de cada columna hay una cara de Hathor. Este es su templo.
Este templo está situado a menos de 3 km. de la ciudad de Dendera. Posee una superficie de unos 40.000 m2. A mí personalmente me "chocó" ese azul turquesa y ese colorido en el techo que casi me crea una tortícolis en el cuello de tanto alzar la vista. La vista de esos podencos negros que contrastan con el azul del fondo y todo ese colorido que dificilmente podemos disfrutar en otro templo. Tiene fama de ser uno de los templos egipcios mejor conservados del país. De aquí procede el famoso zodíaco de oro que está en el museo de Lovre de París que se data del siglo I a.c. En 1.820 las tropas napoleónicas lo trasladaron a Francia.
Fue una suerte que cuando fuimos había poquísima gente por lo que nos facilitó poder hablar más tiempo con los guias locales y la gente que había en el templo. Poco a poco supe que el destino que había elegido había sido el correcto. En todo caso ver las paredes, columnas y techos con todos esos relieves me daba una especie de "sindrome de Stendhal" ya que me era imposible abarcar tanto detalle, por mucho tiempo que allí nos dejaran estar.
Incluso nos ofrecieron un té, no estaba mal para empezar. El calor dentro del templo era bastante soportable, y la verdad nos pudieron enseñar varias zonas que supongo que cuando hay mucha afluencia de gente no muestran. Por ejemplo el pozo. En este templo existen doce santuarios dedicados a divinidades egipcias. Desde el Imperio Medio este templo ha tenido varias modificaciones hasta llegar a la época del emperador Trajano época que se realizaron varias ampliaciones.
Este templo está a una distancia de unos 70 km. al norte de Luxor. Nectanebo I fue quién lo hizo construir. Criptas ó capillas funerarias tambien se pueden visitar en este templo, además de tumbas de animales. Tiene algunos aspectos muy parecidos al templo de Edfú ya que ambos son construcciones de la época Ptolemaica. Aquí se encuentroba la tumba de Osiris.
La sala hipóslita es una maravilla, es un bosque de columnas que se repite en muchos templos. Pero este con sus colores será irrepetible. El hecho de que se haya conservado tan bien, no fue ajeno a que este templo permaneció enterrado por arena y lodo hasta que se descubrió a mediados del siglo XIX. El templo al igual que todos los que están cerca del Nilo, posee el lago sagrado y el nilómetro. También posee una basílica cristiana que se instaló en tiempos del imperio romano y que se mucho más posterior ya que data del siglo V.
No sólo su interior nos dá muestras de su monumentalidad, sino que los muros exteriores (imagen de abajo) también son impresionantes. Unas esculturas en la pared que nos demuestran a Isis (Hathor) dando el pecho a Horus entre otras grandes paredes llenas de relieves. Como he dicho se necesita mucho tiempo para poder ver la magnífica cantidad de relieves, símbolos e iconos egipcios que encierra este impresionante templo. Un templo irrepetible.
suoer genial gracias por compartir ,,
ResponderEliminar