Siempre soñé en ir a este lugar. Tantas fotografías que vi en revistas de viaje, reportajes de televisión... etc. Pero la realidad en todos los aspectos supera la ficción ó eso es al menos lo que se dice. En el caso de este lugar de Jordania es así.
Nos adentramos por una especie de sendero que discurre entre precipicios ó barrancos, depende de la hora del día veremos colores que a la vuelta serán distintos. Lo que estamos viendo a la ida difícilmente lo veremos igual a la vuelta ya que el sol no estará en la misma posición y los colores nos irán cambiando.
Los colores naranjas se mezclan con los marrones y con toques verdes de la poca vegetación del lugar. La temperatura ha refrescado drásticamente, una serena y ligera frescura nos envuelve haciendo del lugar algo agradable, todo lo contrario del calor sofocante que había pasado antes de llegar aquí.
Los naranjas siguen intensos, e intuyo que algo va a pasar. Algo descubriré, algo que ya he visto antes, pero en libros, revistas, televisión, internet.... pero ahora lo veré con mis propios ojos. El tesoro de Petra está a punto de revelarse....
Al final del sendero entre barrancos aparece. Aparece amarillo en el fondo como si fuese oro. Reluciente y espectacular...
El tesoro de Petra tiene 40 metros de altura, se cree que se construyó en el siglo I a. C. No tiene nada que ver con que guardase un tesoro ya que su uso aunque no está claro seguramente sería destinado a un templo ó tal vez una tumba real importante. El nombre viene a que los beduinos pensaban que había un tesoro allí escondido, concretamente en la urna encima de la entrada principal. Aún se pueden ver las huellas de los disparos realizados o bien por beduinos o bien por los Otomanos que creían que allí estaba el tesoro.
Pero en Petra aparte del impresionante tesoro hay muchas más construcciones hechas en la roca. Petra era una ciudad nabatea, donde discurría una importante ruta comercial. Una ciudad en la roca, que con el tiempo tuvo una relativa importancia y que mas adelante fue totalmente abandonada.
Hoy esta antigua ciudad de roca es el lugar más visitado de Jordania, donde diariamente recibe la visita de cientos de turistas. Uno de los lugares más impresionantes del mundo y tal vez una de las grandes maravillas de este planeta.
El edificio de las tumbas reales también es impresionante. Pasear por la zona es ir descubriendo sorpresas arquitectónicas. Es un lugar espectacular, un lugar único. Un lugar con una historia compleja y larga y además inaccesible para la gente que no fuesen los nómadas que vivían en sus inmediaciones.
El mundo descubrió Petra en el año 1.812 de la mano de Jean Louise Burckhardt un ciudadano suizo que disfrazado de árabe y que sabía perfectamente las costumbres de los ciudadanos del lugar, éstos se la mostraron. En agosto de 1.812 y haciéndose pasar por un peregrino que pretendía hacer una ofrenda pudo visitar el lugar.
Petra es conocida también como la ciudad rosa del desierto, y eso tiene que ver la geología de esta zona, que ofrece unos colores curiosos en su roca, desde naranjas, violetas, rosáceos, y rosas, nombre este último color que constituye un sobrenombre para este impresionante lugar.
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