Desde hace mucho tiempo tengo obsesión por conocer Cerdeña. Esa isla tan cercana pero a la vez tan lejana y desconocida. Un día hice realidad mi sueño. Antes de aterrizar el destino quiso que el avión pasara por encima de esa especie de península en la que se encuentra La Pelosa y pudieramos divisarla desde el aire poco después los motores del avión rugieron poderosamente anunciándonos que habíamos aterrizado en el aeropuerto de Fertilia al norte de la isla.
Yo íba bien acompañado por un compañero de viajes de 14 años y tanto Alghero, Capo Caccia y sobre todo un lugar llamado La Pelosa estaban dentro de nuestras prioridades. El más dificil de todos ellos era ese mismo y la verdad valió la pena. La dificultad sólo estribaba en la distancia ya que aunque en el mapa parecía cercano del Capo Caccia y de las míticas cuevas de Neptuno, la realidad hacía que el viaje en auto fuera algo pesado. Pero al final llegamos.
No parecía que la climatología nos íba a ser favorable, cuando llegamos estaba cubierto, aunque una media hora más tarde las oscuras nubes fueron dispersándose dejando paso a un sol que nos hizo ver los colores de ese agua tan especial y de ese lugar tan espectacular. Mi joven acompañante quedó boquiabierto, y eso era señal de que el espectáculo natural lo había sorprendido gratamente. Desde allí podemos ver una gran isla justo enfrente y que en ocasiones sirve de telón de fondo para la otra mucho más cercana y con una simbólica torre muy apropiada tanto paisajisticamente como históricamente como punto de observación de los peligros que debían sortear los antiguos habitantes de las islas del Mediterráneo. La isla grande que me refería al principio más grande y habitada es un parque natural y no se puede acceder facilmente ya que hay que estar en posesión de un permiso especial. Se llama Asinara y es el hogar de unos curiosos burros albinos.
Muchos conocedores de Cerdeña, dicen de La Pelosa que es la que posee las aguas más espectaculares de toda Italia, otros dicen que es una de las diez playas más bellas del mundo entero. Como curiosidad me sorprendió la presencia de numerosas sabinas ó savinas (Juniperus phoenicea) que existen en gran número en Ibiza y Formentera pero no en el resto de Baleares, existen también en un punto de la isla del Hierro en Canarias y hoy día en la península ibérica donde estaba lleno de ellas está en muy serio peligro de extinción, pero aquí de nuevo se pueden observar aunque no en gran número. Mi acompañante y yo nos quedamos largo tiempo en silencio observando ese regalo de la naturaleza, y espero algún día poder regresar.
Muchos conocedores de Cerdeña, dicen de La Pelosa que es la que posee las aguas más espectaculares de toda Italia, otros dicen que es una de las diez playas más bellas del mundo entero. Como curiosidad me sorprendió la presencia de numerosas sabinas ó savinas (Juniperus phoenicea) que existen en gran número en Ibiza y Formentera pero no en el resto de Baleares, existen también en un punto de la isla del Hierro en Canarias y hoy día en la península ibérica donde estaba lleno de ellas está en muy serio peligro de extinción, pero aquí de nuevo se pueden observar aunque no en gran número. Mi acompañante y yo nos quedamos largo tiempo en silencio observando ese regalo de la naturaleza, y espero algún día poder regresar.
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