Érase una vez una isla en el Mediterráneo que la llamaban la "isla blanca" debido a que todas sus iglesias y sus casas estaban pintadas de blanco. Lamentablemente con el progreso, las casas fueron perdiendo ese color por otro formando un multicolor que hizo perder la personalidad que la había hecho famosa en toda Europa, en todo caso sus iglesias siguieron siendo blancas.... y siguen así!!!... afortunadamente. En cada pueblo hay una, y la que se ve sobre estas líneas estaba armada por potentes cañones para defender su cercano puerto de los ataques de enemigos, ya que muchas de estas construcciones se hicieron como fortalezas y templos a la vez. Podemos observar en el lado derecho un pequeño (apenas visible) trozo de torre, donde se protegía la población en caso de peligros. Es la iglesia de Sant Antoni de Portmany, una de las más antiguas de la isla. Si quieres saber algo más sobre cualquier iglesia de éste artículo haz click en la imagen.
La iglesia de Sant Miquel de Balanzat, es también una de las más antiguas de la isla. Aunque su aspecto aparentemente inofensivo de su fachada contrasta con su parte posterior ya que se nota que se trata de un edificio fuertemente fortificado, que también protegía a los habitantes de esa zona en caso de que llegasen peligrosas incursiones berberiscas al cercano puerto de Balanzat en el norte de la isla. En esta iglesia hace algunos años se descubrieron unos interesantes y muy antiguos frescos en sus paredes que han estado ocultos durante siglos.
Otra fortificación en forma de templo y también de las iglesias más antiguas de la isla, es ésta de Sant Jordi de Ses Salines. Sus techos almenados asemejan un castillo pero en blanco, pero al igual que la iglesia de Sant Miquel, su otro lado está empedrado y es evidente su uso de fortificación. Por supuesto estas construcciones no constaban ni de capillas exteriores, techos adicionales o porche, o cualquier cosa que hubiera ayudado a escalar al enemigo, ya que todo ello fue incluido en el templo una vez los peligros desaparecían con el tiempo.
Otra de las iglesias fortificadas en Ibiza es esta de Santa Eulalia, que aún siendo de las más antiguas, había una anterior que fue destruida por un ataque turco. Esta iglesia es una de las más visitadas de la isla, ya que se encuentra en un pequeño monte al lado de la población de Santa Eulalia y posee unas extraordinarias vistas a la zona, desde donde se ve el mar y el único río de la isla. En su parte trasera todavía posee un baluarte que estaba armado por cañones en la antigüedad. Interesante resulta su porche, ya que es el único que aunque está situado enfrente de la puerta principal, como es habitual en las iglesias, se encuentra ligeramente separado del templo principal.
Dejando ya las cuatro iglesias más antiguas de Ibiza y por tanto las primeras en ser construidas, fue a partir del siglo XVIII, cuando se empezaron a construir la mayoría de iglesias para evitar a la población de pequeñas localidades, las largas distancias que suponía a los habitantes de algunas zonas ir a oír misa, y el obispo Abad y La Sierra estimuló la construcción de la mayoría de las iglesias de la isla que hoy podemos admirar. La arquitectura respetaba la costumbre ibicenca de las casas, eso es gruesos muros, si bien ya no tenían carácter defensivo, y además pintadas de blanco. Una de ellas es esta de Sant Carles de Peralta (arriba), que es considerada una de las más bonitas.
El sobrio blanco de la construcción en ocasiones contrasta con los colores con las que se decoran las iglesias de pequeños pueblos en sus fiestas patronales, como es el caso de esta de Sant Vicent de Sa Cala, cuya construcción es más reciente ya que se construyó en el siglo XIX, y además como curiosidad cabe decir que es de las más pequeñas de la isla y que su porche está situado en un lateral debido a que se construyó ya bien entrado el siglo XX. La historia de esta iglesia es bien curiosa y se puede entrar haciendo "click" en la imagen, donde aparecerá un vía crucis que se celebra el domingo de ramos y que es uno de los más antiguos de la isla y seguidamente la historia de la iglesia.
La iglesia de Sant Mateu d´Albarca sigue los cánones de arquitectura ibicenca. Sus paredes inmaculadamente pintadas de blanco, contrastan con los bosques que rodea esta iglesia de una población de las más pequeñas de la isla. Con ella volvemos a las iglesias (la mayoría de las de Ibiza) construidas durante el siglo XVIII, y en este caso con leyenda incluida ya que se decía que se construyó a la vez de la de Santa Agnés, población cercana y que el obispo había anunciado que la primera que estuviese terminada le regalaría la campana.
Tal vez por esa razón, la iglesia de Santa Agnés es la más baja (que no pequeña) de las iglesias de Ibiza. Ya que siguiendo la leyenda se dice que ésta era más grande durante su construcción y ganaba la competición y la campana prometida, pero de pronto un gran muro se desplomó y los de Sant Mateu consiguieron por tanto una gran ventaja, aunque los de Santa Agnés decidieron hacerla más pequeña y así aún poder optar por el premio. Se dice que las dos se terminaron al mismo tiempo, y que el obispo regaló la campana a ambas iglesias. Aunque exteriormente no tiene una forma armoniosa sí vale la pena visitar su interior, donde se descubrirá un pequeño templo sencillo y sobrio.
También del siglo XVIII la iglesia de Sant Llorenç de Balafia está situada en un valle y rodeado de montañas y muy cerca de un poblado defensivo denominado "Balafia". Esta iglesia también es de las más bonitas y sencillas de la isla. Aquí es curiosa su entrada al porche (el cual posee) por lo que se accede tan solo por una pequeña entrada, en claro contraste con las demás iglesias que suelen tener al menos dos arcos o mas.
Como ejemplo la iglesia de Nuestra Señora de Jesús tiene un porche con cuatro arcos, si bien este porche se construyó muy cercanamente al siglo XX. Esta iglesia no se construyó en la misma época que la mayoría de iglesias de la isla, sino que su origen se remonta a un antiguo monasterio y que fue construido en el siglo XV, (por tanto estaría a caballo entre los templos más antiguos de la isla y los del siglo XVIII) y que se encontraba "extramuros" de la ciudad, aunque debido a los continuos ataques y saqueos los monjes tuvieron que instalarse dentro del recinto amurallado de la ciudad. Su altar mayor está presidido por un impresionante retablo flamenco que es la obra de arte más importante de la isla.
Y por último terminamos este capítulo con otra iglesia blanca y una de las más pequeñas de la isla enclavada de pleno en las salinas de Ibiza. Se trata de la pequeña iglesia de Sant Francesc de S´estany y que está dedicado a San Francisco de Paula. No sólo la pequeña iglesia ofrece un escenario blanco, sino también las montañas de sal muy próximas a este templo y que se encuentra como su nombre nos indica en plenos estanques de las salinas.
Existen más iglesias en la isla, pero este es un breve repaso sobre las
IGLESIAS BLANCAS DE IBIZA