viernes, 24 de febrero de 2012

LA GRAN CÚPULA DE LA TOSCANA


.-¿Pero con todo lo que tú has viajado y no has estado nunca en Florencia?, negué con la cabeza. Nunca había estado. Pensaba que esa ciudad no era para mí. Reconozco que la había visto en fotos y la cúpula era impresionante pero aburrida. No tenía la majestad de la del Vaticano ó la de San Pablo de Londres, era aburridamente del mismo color que los tejados de esa ciudad que en principio no me llamaba excesivamente la atención...

Esto no puede ser!..., nos vamos a La Toscana. Ella prometió llevarme allí, a esa cúpula y que subiría conmigo, pero justo unas horas antes de tomar el avión, una triste noticia hacía variar los planes de una manera tajante. Pero ella me dijo que siguiese mi camino, que ella debía volver a casa, pero que en cuanto pudiese estaría conmigo y que me llevaría a ese lugar, a lo alto de la cúpula. Insistí en no ir y acompañarla, sabía que no vendría y sabía que si tomaba el avión a Pisa para ir a Florencia me sentiría sólo en Florencia a pesar de que mis hijos también me acompañaban...

Pues bien, tomé el avión rumbo a Pisa y allí me encontré con mi hija y aunque al día siguiente teníamos ya los cuatro tickets para subir a la torre de Pisa, sólo subimos tres, y aunque Italia es bella, me sentía un poco huérfano, algo faltaba... Ni siquiera Pisa me gustó así que tomamos el tren hacia Florencia, y allí llegamos pero nos faltaba la persona que ya conocía (y mucho) la ciudad.

El primer impacto al entrar en el duomo florentino de Santa Maria dei Fiore, era de soledad y de vacío, ya que esa catedral no es demasiado bonita en su interior, o tal vez esperaba más, aunque hay que reconocer que la cúpula me dejó sin respiración, al igual que lo hizo el mármol exterior de la catedral y sus magníficos mosaicos. Esperando que tal vez ella apareciera, nos fuimos a visitar Santa Croce y otros museos de Florencia y por teléfono esa misma noche me confirmó que al día siguiente volaba a Roma y de allí tomaría un tren hacia Florencia, a las cuatro y media (mas o menos) llegaría a la estación de Santa Maria Novella.

Y por tanto pudo hacer realidad lo que me dijo en el pasado. - Un día te llevaré a lo alto de la cúpula de Brunelleschi-, como así se llama esta cúpula y aunque admito que de fuera su decoración es sencilla, por dentro deja boquiabierto a cualquiera. En cuanto llegó el tren, nuestro primer destino fue la cercana Piazza del Duomo y directamente nos pusimos en la cola para subir a la cúpula.

Los frescos que existen en la bóveda interior son grandes obras de arte, con alegorias bíblicas y en ellas no faltan los querubines, los ángeles, Adan y Eva, los santos, los ancianos del apocalipsis, los pecados mortales y las virtudes, los religiosos con sus hábitos de diferentes órdenes religiosas, unas escenas que evocan el cielo, otras el infierno más dantesco que podamos imaginar, diferentes y terroríficas figuras del fin del mundo, del juicio final y en definitiva un caos artísitico que da vida y color a una catedral relativamente sencilla, como si todo el arte se quisiera concentrar en ese punto.

Sus dimensiones son extraordinarias ya que se construyó con casi cinco millones de ladrillos y en 1.463 fue bendecida una vez terminada. Su forma es octogonal y fue en su época la primera construida de ese modo y la mayor construida en esa época, y sigue siendo la mayor de albañilería actualmente, sin duda uno de los trabajos más excelentes del renacimiento. Incluso no ha sido ajenas a algún pequeño desastre como en el año 1.600 que un rayo y destruyó la linterna que existía en lo alto, aunque poco después fue reemplazada por una más grande que es la que hoy día existe.

Los angeles, los celestiales como los del infierno están por todos lados en estos frescos obra de los pintores Giorgo vasari que la inició y Federico Zuccaro que las finalizó. El fresco se empezó a pintar en 1.572. Otros artistas también colaboraron con la obra. Como curiosidad hay que destacar que Federico Zuccaro vino a España para colaborar en algunos retablos y trabajos de El Escorial (Madrid).

Uno puede contemplar los frescos durante horas, estas imágenes, tanto la de arriba como la inferior pertenecen a la parte conocida como el juicio final donde ángeles con sus trompetas indican a los pecadores su destino (el infierno) y donde las almas en pena se van agolpando y cayendo en el fuego eterno donde aparecen los demonios esperándo a los esperados huéspedes.

Los poderosos ángeles determinan la voluntad de Dios, y las jerarquías bíblicas, y las celestiales así como las del infierno están presente en todo momento en este magnífico fresco. Una curiosidad es la altura total del punto más alto de la cúpula hasta el suelo de la catedral 107 metros, así impresionante también resulta la superficie del fresco construída ya que existe un total de 3.600 metros cuadrados de fresco lo que haría de estas pinturas la mayor del mundo.

Otra cifra es la de 463 que son los peldaños que hay que subir desde abajo hasta lo alto de la cúpula que nos ofrecerá unas vistas excelentes de toda la ciudad. Tanto a la subida como a la bajada haremos un alto para poder ver y muy de cerca este gran fresco y si nos fijamos bien descubriremos unas oberturas redondas pequeñas que los pintores adaptaron en sus pinturas como buenamente pudieron e incluso podemos observar algunas grietas rompen el fresco, así como algunas paredes desiguales que tienen que hacer la forma octogonal de la cúpula.

Arriba observamos unos querubines que están relacionados con la crucifixión y ellos mismos alegóricamente han quitado los clavos de la cruz, en el fondo vemos otros coros de ángeles ya adultos, el fresco no escatima detalles.

El infierno nos aparece algunas veces cerca de nuestro recorrido y por la forma de la cúpula vemos que la parte celestial queda alejada. El cancerbero ó portero del infierno y de tres cabezas está atento a los que van llegando al infierno y se asegurará de que ninguna alma salga de allí.

De la misma manera que las partes del fresco que representaban la serenidad del paraíso nos ofrecian placer visual, esta otra de los infiernos nos ofrece inquietud, el fuego, las almas descarnadas y en pena, dan otra visión del juicio final.

Alegóricamente el fresco nos recuerda también el paso del tiempo, incluso se diría que para los ángeles también ya que un hombre alado anciano que está rodeado de algunos niños y de almas de todas las edades nos recuerda que el tiempo pasa para todo y todos. La niñez, la juventud, la madurez y la vejez nos conducen a la inevitable muerte, y desde luego es inevitable intentar visitar Florencia, esa ciudad donde nació el síndrome de Stendhal por culpa del excesivo arte y de la belleza de esta ciudad cuna del Renacimiento. No visitar Florencia al menos una vez en la vida ya es pecado, pero pecado mortal sería no visitar esta maravilla de fresco interior si alguna vez se visita esta ciudad.

viernes, 10 de febrero de 2012

EL PUENTE DE LOS ÁNGELES






Desde la visión que tiene el ángel de bronce que corona el castillo de Sant´ Angelo en Roma, tiene el privilegio de ver cada uno de los otros ángeles que están a ambos lados del puente. Todos el de la cima y el del puente diseños de Bernini aunque otros fueron los autores materiales de los mismos. He pensado que como ya estamos llegando a esa fecha tan especial que se conmemora en todo el mundo el día de los enamorados y además Cupido (gran protagonista de ese día) es también un angelito con flechas de felicidad incluídas estaba bién dedicarle una entrada a este magnífico y bello puente romano y detenerme de nuevo como lo hice hace un año con la cámara en cada uno de ellos, sirva todo eso como obsequio de San Valentín para mi chica que es una fanática de todo lo que tenga que ver con los ángeles, incluso su chico es un ángel... a veces (dice), por cierto que ella y otro ángel me acompañaban durante el paseo ese día tan grís y frío...

Todos los ángeles llevan una inscripción en latín debajo de la gran peana cuadrada donde se instalaron estos ángeles. Todos (excepto dos) son originales colocados allí desde el año 1.669 que el Papa decidió que estos reemplazarían a los otros que estaban hechos de estuco por estos de marmol. Este de arriba es el angel que lleva la cruz (todos estos ángeles portan un artículo relacionado con la pasión) y fue realizado por Ercole Ferrata y debajo de este angel leemos la inscripción "cuyus principatus super humerum eius"

El puente era usado antiguamente en el tramo final de los numerosos peregrinos que tenían como meta Roma, concretamente a la basílica de San Pedro. Hoy día es totalmente peatonal. Otro de los ángeles es este de arriba que tiene en sus manos la lanza de la pasión. Es obra de Domenico Guides y en su parte posterior reza la frase "Vulnerasti cor meum".

Puente Aeliano ó Pons Aelius era como se conocía este puente cuya traducción sería Puente de Adriano, recordemos que el castillo de Sant Angelo era el mausoleo de Adriano, que fue precisamente el que lo mandó construir entre los años 134 y 140 de nuestra éra. Otro de los angeles de los diez que hay en el puente es el que sostiene la esponja que está al final de un largo palo, obra de Antonio Georgetti y en su inscripción leemos "Potaverunt me aceto".

Al Papa Clemente IX le gustaban tanto estos ángeles que se quedó con dos de ellos que precisamente fueron los dos que construyó directamente Bernini, este con la inscripción de INRI, es una copia ya que el original está en la iglesia de Sant´Andrea delle Frate también en Roma. Esta copia la realizó Giulio Cartari y debajo reza "Regnavit a ligno Deus".

Este otro angel que vemos arriba lleva en sus manos dos símbolos que son las ropas de Cristo y los dados. Obra de Pablo Naldini y su inscripción dice "Super vestimentum meum miserut sortem".

Este puente tiene cinco arcos de medio punto que son los que sujetan desde el fondo del río esta pasarela por donde a diario pasean cientos de turistas que visitan la ciudad eterna. Las vistas al río tiber son fabulosas al igual que la de los puentes cercanos por un lado Roma y por el otro el cercano Vaticano. Mientras quedamos absortos por esas bellas vistas y la panorámica tan sobresaliente del castillo tan cercano vamos viendo más y más angeles, en este caso uno que en una mano lleva los tres clavos y es obra de Girolamo Lucenti con la frase "Aspicient ad me quem confixerunt".

Y paseando paseando nos encontramos de nuevo con otra copia, ya que de nuevo el original está en una iglesia de Roma, y además fue Bernini en persona el que la hizo, así que esta es una copia realizada por Paul Naldini y podemos leer debajo del angel la inscripción "In aerumna mea dum configitur spina".

Este otro angel lleva uno de los elementos más controvertidos de la pasión ya que es algo que envuelve el tema en una especie de leyenda que nunca se ha podido confirmar si realmente la Verónica existió y con ella el velo donde se supone dejó la imagen del rostro de Jesús. Eso precisamente es lo que lleva entre las manos este angel, el velo de la Verónica. La obra fue realizada por Cosimo Fancelli y podemos leer en la inscripción "
Respice faciem Christi tui".
Como este puente conducía a los peregrinos hasta San Pedro del Vaticano durante un tiempo fue conocido como Puente de San Pedro. Otro de los ángeles soporta entre sus manos el peso de una columna, otro de los elementos de la pasión. Realizado por Antonio Beams se puede leer en el la frase "Tronus meus in columna".

Roma la ciudad eterna, tiene siempre en vilo al viajero ya que este le sobran propuestas para visitar y estar entretenido viendo maravillas. Roma esta ciudad famosa en todo el mundo, meta de muchas personas de lejanos paises que al fin un día llegan y la descubren. Famosas obras únicas y algunas tan desconocidas... Llegamos al décimo angel (de esta entrada) y por tanto al último de ellos. En nuestro caso es el que sostiene en sus manos las fustas que emplearon los soldados con toda su rabia. Este ángel realizado por Lazzaro Morelli tiene la inscripción de "In flagella paratus sum".


Un lugar donde siempre se quiere regresar, este puente que en mi primera visita a Roma tuve el placer de conocerlo a la luz de la luna y de las farolas que existen arriba, esta vez lo pude hacer de día y conseguir lo que no hice en mi primera visita, llevarme la imagen de todos sus ángeles a casa y el recuerdo de este puente que es uno de los más bellos que he tenido la oportunidad de recorrer. Ahora espero mi tercera visita y espero verlo igual, con ese fondo tan especial que es el castel de Sant´Angelo y nunca mejor dicho con todos los angelos que hay en este lugar. Feliz día de San Valentín y que Cupido os sea propicio con sus lanzas.